Parroquia Santa Ana
de Tumán
LUGARES DE MISIÓN
Las misiones y los misioneros siempre han sido importantes en el cristianismo. Más aún, son la vanguardia y el referente primero de la evangelización. Al mismo tiempo, todos los cristianos tenemos una misión. Esto significa nuestro nombre, “cristiano”, que deriva de Cristo, el “ungido” por Dios para la salvación del mundo.
La misión nos corresponde efectivamente a todos los cristianos, según nuestras condiciones y circunstancias en la Iglesia y en el mundo; la misión cristiana es un aspecto esencial de la educación en la fe; esta misión requiere hoy antes que nada del testimonio y de la misericordia. En el momento actual cabe subrayar tres aspectos:
Primero, los cristianos hemos recibido la buena noticia (el Evangelio) de que Dios nos ama y el encargo o la misión de anunciarla al mundo. Cristiano significa ungido, como Cristo y en Cristo, para esa misión. Como ha señalado el Papa Francisco, se trata de “un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos” (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, 20-X-2013).
Segundo, la misión de los cristianos, no es simplemente un programa que habría que lograr a un plazo más o menos largo, sino también un horizonte que hemos de tener en todas nuestras actividades cotidianas, aquí y ahora.
Tercero y último, la evangelización requiere ante todo el testimonio de vida. La evangelización no es una apelación a seguir o adherirse a una doctrina o unos intereses meramente humanos. Es una proposición a la razón y a la libertad de las personas.
La jurisdicción parroquial ha sido sectorizada para su mejor atención. Cada grupo parroquial tiene asignado un sector y un anexo.
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Sectores de misión - Tumán
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Jarrín – Santa Rosa.
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Acapulco – Miraflores.
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Mariátegui – La Antena – Chalet – Buen Año – Lurigancho.
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Las Casuarinas I - II
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El Naranjo I - II
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Av. El Tren
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Morropillo
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Pampa el Toro
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Cruz del Calvario
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La Aviación
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Los Pinos – Barrio Antiguo.
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El Camal
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Micaela Bastidas (antiguo) – Calle Peligro – Block 01
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Ramón Castilla – Calle Japonesa
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BLOCK:4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18–Urb.Juan
Velasco Alvarado – Toril.
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BLOCK: 2 – 3.
Comunidades, movimientos y grupos parroquiales
Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en donde sean acogidos fraternalmente y se sientan valorados, visibles y eclesialmente incluidos. Es necesario que nuestros fieles se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial y corresponsable en su desarrollo. Eso permitirá un mayor compromiso y entrega en y por la Iglesia.
Las Parroquias son células vivas de la Iglesia y lugares privilegiados en los que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia. Encierran una inagotable riqueza comunitaria porque en ellas se encuentra una inmensa variedad de situaciones, de edades, de tareas. Sobre todo hoy, cuando la crisis de la vida familiar afecta a tantos niños y jóvenes, las parroquias brindan un espacio comunitario para formarse en la fe y crecer comunitariamente.
Programas de formación en nuestros grupos, comunidades y movimientos
+ Misiones OMP
+ Misioneros en el mundo
+ Patrona universal de las misiones...Sabes quién es?
+ Medios de comunicación misioneros
+ Sabes ¿qué es una Parroquia Misionera?
+ Testimonios misioneros en el mundo
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Anexos de misión - Tumán
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Calupe: “Nuestra Señora de Fátima”
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Saltur: “San Martín de Porres”
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Sipán: “Inmaculada Concepción”
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Luya: “Santo Toribio de Mogrovejo”
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Vichayal: “Cruz del Puente”
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Arbulú: “Virgen Medalla Milagrosa”
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Conchucos: “Virgen de Lourdes”
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San josé: “San José Obrero”
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La granja: “San Martín de Porres”
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Rinconazo: “Santa Rosa de Lima”
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Santeño: “Beatita de Humay”
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El milagro: “Señor de los Milagros”
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La calera: “San Martín de Porres”
Es un deber de los padres, especialmente a través de su ejemplo de vida, la educación de los hijos para el amor como don de sí mismos y la ayuda que ellos le presten para descubrir su vocación de servicio, sea en la vida laical como en la consagrada. De este modo, la formación de los hijos como discípulos de Jesucristo, se opera en las experiencias de la vida diaria en la familia misma. Los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y la madre para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la plenitud de vida.
La “catequesis familiar”, implementada de diversas maneras, se ha revelado como una ayuda exitosa a la unidad de las familias, ofreciendo además, una posibilidad eficiente de formar a los padres de familia, los jóvenes y los niños, para que sean testigos firmes de la fe en sus respectivas comunidades.